Rabia sin fronteras

El día 17 de Julio, murió por rabia una niña de 5 años en el Sarawak General Hospital de Kuching, la capital de Sarawak, Malasia. Esta niña es la cuarta víctima infantil de rabia en este mes, en esta pequeña zona, donde todas fueron mordidas por perros del poblado de Serian, cerca de la frontera en Sarawak con Indonesia (ver mapa). Las primeras víctimas, una niña de 6 años y su hermano de 4, fallecieron el 4 de Julio. El tercer caso fue una menor de 7 años que estuvo en cuidados intensivos, pero falleció el 13 de julio. Estos son los primeros casos de muerte por rabia en Malasia en 20 años y por supuesto, son de gran preocupación.

Hubo otros niños mordidos, con sospechas iniciales de haber contraído rabia, pero las pruebas dieron negativo hasta el momento y continúan sin síntomas. No obstante, el 18 de Julio, se confirmó que un hombre de 52 años se contagió de rabia cuando un perro lo mordió a principios de mayo.

Se cree que el virus de la rabia ingresó a Sarawak desde la región Kalimantan de Indonesia. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el 10 de julio, recibió una notificación de un total de 32 casos de rabia en perros y gatos de dos poblados cercanos a Serian, que luego se actualizó a un total de 23 casos más en 9 poblados, mediante un informe con fecha del 18 de julio. Lo más preocupante de este segundo informe es el reporte de un perro con rabia en Taiping, Perak, en Malasia peninsular, pero no está clara cuál es la conexión entre los brotes. Se presentarán informes adicionales de forma regular.

Desde el año 1954, Malasia ha sido una de las pocas zonas libres de rabia en Asia, pero las incursiones a través de las fronteras son una batalla constante. Un brote de rabia canina que ingresó en los estados del norte de Malasia desde Tailandia le quitó el reconocimiento de zona libre de rabia en el 2015. Se detectó este brote previo en perros y se pudo controlar sin haber ocurrido ningún caso de rabia humana. La situación actual parece ser más grave, ya que aparentemente hay rabia en circulación en los perros del sur de Sarawak desde hace algunos meses. Se debe reducir el brote en perros y confirmarse que no haya casos de rabia canina, con lo cual Malasia tardará en volver a declararse región libre de rabia otra vez.

A partir de las noticias del 18 de julio, se declararon 7 poblados como zonas infectadas de rabia y el departamento de servicios veterinarios de Sarawak ha vacunado 7655 mascotas, incluidos 2205 perros, 5424 gatos y 26 otros animales, y se capturaron 73 perros callejeros. Las campañas de concientización de la rabia advierten a la población sobre la importancia de vacunar mascotas y buscar tratamiento en caso de mordedura de perro. Además, 250 personas ya recibieron profilaxis post exposición (PEP) a fin de prevenir síntomas de rabia. La notificación a la OIE informa sobre controles más rigurosos del movimiento de los animales, una mayor labor de vacunación y aumento de la vigilancia fuera de estas zonas afectadas.

Estas situaciones son similares a una incursión ocurrida en la región de Arequipa, en Perú, desde Bolivia en 2015, y a la introducción de la rabia en las islas indonesias de Flores en 1997 , históricamente libres de rabia, y en Bali en 2008. El análisis genético reciente sugiere que Flores y Bali ya tenían la infección luego de haberse introducido perros con rabia desde la región Kalimantan de Indonesia y también, se cree que fue a partir de muchas otras introducciones entre las islas a través de perros transportados en botes de pesca.

Dichas incursiones en zonas anteriormente libres de rabia son una amenaza constante ya que todos los países de la región albergan la posibilidad de transmisión de rabia. Las fronteras terrestres entre los países son por lo general muy rurales, remotas de la capital y a veces en territorios de disputa, lo cual dificulta especialmente la aplicación de programas de control de la rabia. La mayor parte del interior de Sarawak es selva densa y rugosa, por ejemplo. Áreas como esta suelen tener niveles muy bajos de vacunación de rutina y actividades de vigilancia. Aunque las islas tengan la ventaja de sus fronteras naturalmente impenetrables, el transporte a cargo de humanos de animales con rabia es claramente un riesgo importante que enfrentan los botes de pesca u otros que las cruzan con frecuencia.

Estas amenazas transfronterizas contrarrestan los esfuerzos de los países individuales por ganar y mantener el reconocimiento de zonas libres de rabia, hecho que enfatiza la necesidad de una cooperación regional. Las redes regionales pueden respaldar trabajos coordinados de control de la rabia en regiones enteras, resaltar aquellos países que necesitan asistencia adicional para crear una capacidad de reducción de la carga de esta enfermedad. Con el aumento exponencial de los viajes, el respaldo al control de la rabia en todos los países es un beneficio global.

Escrito por Louise Taylor de GARC, basado en noticias de The Star Online, MalayMail Online y las notificaciones a la OIE y artículos publicados, a los cuales se puede acceder a través de los vínculos.

Traducido por Daniela Helguera, Traductora Pública de Inglés