La colaboración fortalece el control de la rabia en caninos en Guatemala

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La Universidad del Valle de Guatemala (UVG), la Oficina regional para Centroamérica de la CDC y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han colaborado durante varios años para intensificar la vigilancia y mejorar la comprensión actual sobre el riesgo de la rabia en Guatemala. Estas colaboraciones han resultado en la coordinación de un taller para el Enfoque Stepwise para la Eliminación de la Rabia (SARE) en 2016, donde la situación actual de la rabia fue analizada por líderes clave del programa.  El SARE se llevó a cabo con la ayuda de la rama de poxvirus y rabia de los CDC e incluye dos días de evaluación y medio día de presentar los resultados y discutirlos.

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El equipo colaborador fuera del laboratorio de referencia.

Uno de los resultados más prominentes del SARE fue la creación del Grupo de Trabajo Nacional sobre la Rabia para Guatemala. El grupo tiene reuniones mensuales para brindar apoyo técnico y científico al Programa Nacional de Zoonosis que está coordinando los esfuerzos para controlar la rabia canina en Guatemala. Tras el taller SARE, como primer paso para ayudar a mejorar el control y la eliminación de la rabia canina, se llevó a cabo una evaluación posvacunación en varios lugares para determinar si se alcanzaba la cobertura adecuada de vacunación antirrábica en la población de perros sueltos.  Para esta encuesta, se evaluaron las prácticas de vacunación contra la rabia canina y las características básicas sobre la posesión de animales en la comunidad, a través de un cuestionario dado a los dueños que llevaban a sus perros al puesto de vacunación. Los perros vacunados se marcaron con un collar azul.

 La población vacunada se estimó el día después de cada campaña de vacunación en las áreas de estudio con los métodos previamente realizados y validados en Haití por los CDC.  Los métodos incluyeron evaluaciones rápidas de perros de la comunidad e inspecciones oculares y reinspecciones oculares. Para estas encuestas, el personal del CDC capacitó en el campo al personal del CCE-UVG (investigadores y técnicos de campo), a estudiantes de veterinaria de la Escuela Nacional de Veterinaria de la Universidad de San Carlos, a estudiantes de universitarios y a estudiantes del programa de maestría en veterinaria.

Los datos de la encuesta se compararon con los datos oficiales de la población de perros utilizados por el Ministerio de Salud para planificar campañas de vacunación y calcular la cobertura de vacunación. Los resultados de la encuesta estimaron que la cobertura oficial de vacunación ha sido históricamente sobreestimada en la población de perros sueltos. A partir de los datos de la encuesta, se llegó a la conclusión de que la campaña cubrió alrededor del 40 % de la población de perros en esa zona, en comparación con informes anteriores de más del 70 % de cobertura de vacunación antirrábica.

Cuatro semanas después de la campaña, hizo una encuesta puerta a puerta de seguimiento para identificar por qué los dueños no llevaban a sus perros a la campaña de vacunación y los resultados revelaron varios tipos de barreras. La razón principal fue la mala comunicación y la falta de publicidad sobre la campaña de vacunación. Con estos resultados, el personal de salud local a cargo de las campañas de vacunación decidió hacer un esfuerzo adicional para alcanzar los niveles de cobertura previstos del 70 % y fue de puerta en puerta para vacunar a los perros y así alcanzar su objetivo.

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En la encuesta de seguimiento realizada por CES-UVG, también se determinó que, a pesar de estos esfuerzos adicionales, la campaña no alcanzó el 70 % de cobertura requerida. Esto se debe principalmente a la subestimación de la población real de perros. Se informaron los resultados al programa nacional de zoonosis y se está discutiendo sobre cómo implementar las encuestas de perros antes de la próxima campaña.

En la actualidad, estamos formando a más estudiantes veterinarios y ampliando las encuestas de población de perros a cuatro sitios en diferentes departamentos del país: Zacapa, en el este, Sololá y Sacatepéquez, en el centro, y Huehuetenango, en las tierras altas del oeste, áreas donde los casos más recientes de rabia humana se informaron en la última mitad de 2016 y principios de 2017. Los siguientes pasos serán ampliar la encuesta piloto a varios lugares del país, capacitar a más estudiantes de veterinaria y de salud pública y al personal del programa de zoonosis para llevar a cabo estas encuestas como una forma de fortalecer los esfuerzos para el control de la rabia canina en Guatemala.

Contribución de David Moran, de la Universidad del Valle de Guatemala, en nombre del equipo.

Traducido por Translators without Borders (Traductores sin Fronteras)